Dia de los muertos. Honrar a nuestros ancestros. Honrar la vida.

El Dia de los Muertos es una celebración en la que honramos a los familiares y amigos que han fallecido.

En la tradición mexicana del Dia de los Muertos, la familia crea un altar en el que se depositan ofrendas para los seres queridos fallecidos. En el altar hay fotografías u objetos que los finados tenían en especial estima. Algunas familias incluyen iconografía religiosa o espiritual como una forma de bendición. En el altar tradicional también hay cirios, flores, dulces, alimentos o bebidas espirituosas e incluso dinero en efectivo. Todo ello simboliza la acción de celebrar y compartir, no ya tan solo con los que están presentes en la vida, sino también con los muertos.

En el Dia de los Muertos también se da un segundo significado. Es el propósito que el Dia de los Muertos tiene en la tradición tolteca. Se trata de una invitación a regresar a la vida, a resucitar. Es la oportunidad de renovar tu promesa de acabar con la adicción de la mente al sufrimiento y a vivir a través de la fuerza vital que se halla en tu interior.

“Hace largo, largo tiempo, en la actual región mexicana de Chiapas, un muchacho y una muchacha estaban profundamente enamorados. Se sentían felices el uno al lado del otro y tenían previsto casarse. Un día salieron a pasear por la montaña. Estaban riendo y jugando al borde de una catarata cuando, de pronto, el joven resbalo, cayo al agua y los rápidos lo arrastraron a la catarata y a la muerte.

La muchacha lo contemplo todo horrorizada y se sintió abrumada por el dolor de la perdida de su amado. Se culpaba por no haber sido capaz de ayudarlo.

Una vez al año efectuaba una peregrinación a la montaña para honrar a su amado muerto. Visitaba el lugar donde pereció y montaba un pequeño altar con flores. Fue haciéndolo con regularidad, y los demás aldeanos se acostumbraron a salir de sus casas para contemplarla mientras pasaba.

Después de muchos años, llegado el aniversario del suceso fatídico, la mujer emprendió la peregrinación acostumbrada. Esta vez, sin embargo, al llegar a lo alto se encontró con que un gran chamán estaba sentado junto a la catarata. El chamán dijo:

-Honrar a los muertos resulta maravilloso, pero ¿a quien estar honrando en realidad?-

La mujer se sintió confusa.

El chamán prosiguió:

-Si lo que quieres es honrar a los muertos, estas honrando a la persona equivocada. Mírate al espejo. Tú eres la que está muerta. Porque no te permites seguir adelante con tu vida. La persona que vive encadenada al pasado vive encadenada al miedo y el dolor. Sentirnos culpables no es vivir; sentirnos culpables es morir-.

Mientras la joven reflexionaba sobre estas palabras, una brillante esfera de luz apareció sobre la cabeza del chamán, y la mujer supo que se trataba del espíritu de su amado. Efectivamente, del brillante globo luminoso brotó su voz.

-Estoy a tu lado, en todo momento. ¿Me entiendes? Estoy vivo. Pero ¿y tú? ¿Estás viva o estás muerta?-

Esta experiencia transformó a la mujer, que se sintió libre por primera vez en muchos años. Contó a las gentes de la aldea lo que había visto y experimentado, pero nadie le comprendía. Se esforzó en decirles que su amado estaba vivo, que ella era la que había estado muerta, pero nadie la escuchaba. Añadió que ya no iba a continuar haciendo el peregrinaje para honrar al muerto, pero los aldeanos decidieron que ellos mismos los harían en su lugar, que efectuarían un gran desfile y una gran celebración para honrar a los muertos.”

El significado más profundo del Dia de los Muertos no es la celebración de los seres queridos fallecidos, sino el de recordar a los muertos que siguen viviendo que ha llegado el momento de despertar. Durante el Dia de los Muertos, imaginamos que un ser querido vuelve de la tumba. Ve lo mucho que estas sufriendo y te recuerda: – ¡Oye, que estas vivo! ¡No has muerto, sino que estas vivo! ¡Despierta de una vez y celebra la vida! ¡Deja de estar muerto! –

 

Extraído del libro: La Sabiduría de los chamanes. Don Jose Ruiz. Ed. Urano.

 

Ritual para el día de los muertos.

En la noche del día de 2 de noviembre arrodíllate y enciende una vela por los ancestros y una vela por cada familiar fallecido.

Intenciona desde tu corazón: Que esta luz ilumine tu conciencia, alma y muerte y te muestre el camino de ascenso hacia Dios.

Mabel Weiskoff