La parábola de los gemelos

Dos gemelos, mientras crecían en el seno de la madre, conversaban entre si y llenos de alegría, decían: “Oye, ¿no es increíble la experiencia de la vida? ¿No es lindo estar juntos aquí?”.

Día  tras día iban descubriendo su mundo. Un día se dieron cuenta del cordón umbilical que los unía a su mama y a través del cual eran alimentados, y exclamaron sorprendidos: “¡mira cuanto nos quiere mama! ¡Comparte su vida con nosotros!”.

Pasaron así las semanas y los meses hasta que de improviso se dieron cuenta de cuánto habían crecido.

“¿Qué significa todo esto?”, pregunto el primero. “quiere decir que dentro de poco ya no estaremos aquí dentro”, respondió el otro. “no podemos quedarnos aquí para siempre, tendremos que nacer”. “¡de ninguna manera quiero salir de aquí!”, dijo el primero, “quiero permanecer para siempre aquí!”. El hermano respondió: “piensa, no tenemos otras opciones y, además, hay otra vida una vez que salgamos de aquí”.

“no es posible”, dijo el primero, ¡sin el cordón umbilical no se puede vivir! Además, otros antes que nosotros han dejado el seno materno, pero ninguno ha regresado para decirnos que hay en la otra vida después de nacer. Escúchame: una vez salidos de aquí todo termina”.

Así, entre discusión y discusión, pasaron sus últimos días en el vientre, hasta que llego el momento del nacimiento. Al nacer abrieron sus ojos y dieron un fuerte grito.

Lo que vieron superaba ampliamente todas sus expectativas.

 

Lebensàngste-Lebenstraume, kranteubrief.

Extraído del libro “los grupos de mutua ayuda en el duelo”, Arnaldo Pangrazzi.